Construyamos nuestro Carácter
Honestidad
"Las mentiras meterán en dificultades a cualquier hombre, pero la honestidad es defensa suficiente"
Las diferentes definiciones de honestidad dan cuenta de acciones justas, verdaderas, sin engaño. Por tal motivo, las personas honestas son aquellas que no mienten, no hacen trampa, no roban, ni manipulan.
Aunque todo lo anterior es cierto, la definición va mas allá. La honestidad también incluye la intención que acompaña a la verdad de nuestros actos. Esto significa ser transparente. Si una persona es honesta, no habrá ni la menor señal para equivocarnos respecto a ella. La persona madura en honestidad se encuentra en los niveles superiores del ser.
La honestidad es la mayor virtud de todos los valores humanos porque nos permite gozar de excelentes beneficios personales y aún de mayores recompensas para la comunidad y la nación. Es un cimiento sólido para nosotros y la sociedad.
No se puede separar la verdad de la honestidad, porque la verdad es el resultado de la honestidad. Es una voz dentro de nosotros que nos sugiere la verdad antes que mintamos. Somos nosotros, en defensa propia, los llamados a eliminar cualquier manipulación. (Diapositiva 1)
Beneficios
Cuando en una sociedad hay vidas honestas, los beneficios son muchos:
No se gastaría tiempo, dinero y talento en sofisticados sistemas de seguridad. No habría necesidad de echarle llave a las puertas, ni levantar paredes o muros alrededor de los negocios.
El número de divorcios descendería porque no habría quien mintiera o quien hiciera trampa.
Viviríamos de acuerdo con nuestras promesas, cumpliendo compromisos y resolviendo amigablemente los problemas.
No se necesitaría mucho de la fuerza policial, porque con gente honesta el crimen cesaría; precisamente el crimen es el producto de la deshonestidad, la mentira y el robo.
No existiría el tráfico y el consumo de drogas ilegales, dos actividades vinculadas con el fraude y el engaño.
No habría superpoblación, ni hacinamientos en las cárceles, un mal en casi todos los países tercermundistas
Podríamos constituir una sociedad basada en la verdad, con menos impuestos y menos trámites burocráticos.
Las empresas y los negocios tendrían menos supervisión porque los empleados rendirían honestamente.
Los estudiantes no harían copia ni fraude y podrían demostrar su esfuerzo basado en la aplicación del conocimiento.
Pasos a seguir
Al estudiar la manera de actuar de los honestos, encontramos varias claves valiosas que usted puede desarrollar:
1. Sea honesto en lo que hace, pero también en lo que dice, lo que piensa y lo que siente. La honestidad es integral y se refiere a todo el conjunto que somos como personas.
2. Diga con sus palabras todos los hechos que requiere la otra persona. No omita o acomode las versiones para evitar malos ratos.
3. Dígale a los demás las cosas que deben saber, aún aquellas que no son fáciles. De hecho, en las relaciones de confianza hay la obligación moral de ser francos, abiertos y directos con nuestros allegados.
4. Nunca diga mentiras, pero tampoco medias verdades. En general, evite las exageraciones, prometer lo que no pueda cumplir, deformar deliberadamente una información o encubrir hechos importantes.
5. Sea confiable y recto. Significa no hacer trampas, cuidar con mayor esmero los bienes ajenos, no robar, no manipular, no ser solapado o quedarse callado cuando hay que hablar.
Conviértase en un formador de honestidad. Recalque este principio entre los suyos, premie la honestidad y sígala en su vida para que otros quieran imitarle.
El ser deshonestos y el haber propiciado una cultura deshonesta trae muchos problemas. De hecho, la inseguridad en la sociedad es más grave que los problemas económicos. La inseguridad genera el crimen, la deshonestidad y la corrupción. Las inversiones, el crecimiento y el desarrollo se ven frenados por la falta de honestidad.
Como la honestidad es el núcleo de los valores, todo funciona correctamente cuando la practicamos. En realidad, nunca cambiaremos hasta que vivamos el principio de la honestidad.
La aplicación honesta de los principios, los convierte en hábitos; a su vez, los hábitos correctos le añaden valor al carácter; todo lo que eleva el sentido moral tiende a ser protegido, preservado y empleado para bien.
Reflexione y responda
¿Cuál de los aspectos de una sociedad honesta le impacta y le compete?
¿Qué puede hacer personalmente para ayudar a su comunidad a promover la honestidad?
Honestidad
"Las mentiras meterán en dificultades a cualquier hombre, pero la honestidad es defensa suficiente"
Las diferentes definiciones de honestidad dan cuenta de acciones justas, verdaderas, sin engaño. Por tal motivo, las personas honestas son aquellas que no mienten, no hacen trampa, no roban, ni manipulan.
Aunque todo lo anterior es cierto, la definición va mas allá. La honestidad también incluye la intención que acompaña a la verdad de nuestros actos. Esto significa ser transparente. Si una persona es honesta, no habrá ni la menor señal para equivocarnos respecto a ella. La persona madura en honestidad se encuentra en los niveles superiores del ser.
La honestidad es la mayor virtud de todos los valores humanos porque nos permite gozar de excelentes beneficios personales y aún de mayores recompensas para la comunidad y la nación. Es un cimiento sólido para nosotros y la sociedad.
No se puede separar la verdad de la honestidad, porque la verdad es el resultado de la honestidad. Es una voz dentro de nosotros que nos sugiere la verdad antes que mintamos. Somos nosotros, en defensa propia, los llamados a eliminar cualquier manipulación. (Diapositiva 1)
Beneficios
Cuando en una sociedad hay vidas honestas, los beneficios son muchos:
No se gastaría tiempo, dinero y talento en sofisticados sistemas de seguridad. No habría necesidad de echarle llave a las puertas, ni levantar paredes o muros alrededor de los negocios.
El número de divorcios descendería porque no habría quien mintiera o quien hiciera trampa.
Viviríamos de acuerdo con nuestras promesas, cumpliendo compromisos y resolviendo amigablemente los problemas.
No se necesitaría mucho de la fuerza policial, porque con gente honesta el crimen cesaría; precisamente el crimen es el producto de la deshonestidad, la mentira y el robo.
No existiría el tráfico y el consumo de drogas ilegales, dos actividades vinculadas con el fraude y el engaño.
No habría superpoblación, ni hacinamientos en las cárceles, un mal en casi todos los países tercermundistas
Podríamos constituir una sociedad basada en la verdad, con menos impuestos y menos trámites burocráticos.
Las empresas y los negocios tendrían menos supervisión porque los empleados rendirían honestamente.
Los estudiantes no harían copia ni fraude y podrían demostrar su esfuerzo basado en la aplicación del conocimiento.
Pasos a seguir
Al estudiar la manera de actuar de los honestos, encontramos varias claves valiosas que usted puede desarrollar:
1. Sea honesto en lo que hace, pero también en lo que dice, lo que piensa y lo que siente. La honestidad es integral y se refiere a todo el conjunto que somos como personas.
2. Diga con sus palabras todos los hechos que requiere la otra persona. No omita o acomode las versiones para evitar malos ratos.
3. Dígale a los demás las cosas que deben saber, aún aquellas que no son fáciles. De hecho, en las relaciones de confianza hay la obligación moral de ser francos, abiertos y directos con nuestros allegados.
4. Nunca diga mentiras, pero tampoco medias verdades. En general, evite las exageraciones, prometer lo que no pueda cumplir, deformar deliberadamente una información o encubrir hechos importantes.
5. Sea confiable y recto. Significa no hacer trampas, cuidar con mayor esmero los bienes ajenos, no robar, no manipular, no ser solapado o quedarse callado cuando hay que hablar.
Conviértase en un formador de honestidad. Recalque este principio entre los suyos, premie la honestidad y sígala en su vida para que otros quieran imitarle.
El ser deshonestos y el haber propiciado una cultura deshonesta trae muchos problemas. De hecho, la inseguridad en la sociedad es más grave que los problemas económicos. La inseguridad genera el crimen, la deshonestidad y la corrupción. Las inversiones, el crecimiento y el desarrollo se ven frenados por la falta de honestidad.
Como la honestidad es el núcleo de los valores, todo funciona correctamente cuando la practicamos. En realidad, nunca cambiaremos hasta que vivamos el principio de la honestidad.
La aplicación honesta de los principios, los convierte en hábitos; a su vez, los hábitos correctos le añaden valor al carácter; todo lo que eleva el sentido moral tiende a ser protegido, preservado y empleado para bien.
Reflexione y responda
¿Cuál de los aspectos de una sociedad honesta le impacta y le compete?
¿Qué puede hacer personalmente para ayudar a su comunidad a promover la honestidad?