lunes, 9 de marzo de 2009


Construyamos nuestro Carácter

Productividad

"El establo vacío se mantiene limpio, y no produce ganancia".

La desgracia de muchas de nuestras organizaciones es que la mayor parte del tiempo de sus gentes se emplea en labores rutinarias, leer y reponder correos electrónicos, presentar informes, asistir a reuniones. Pareciera que nadie estuviera interesado en vivir, respirar, aumentar, proponer, multiplicar la verdadera razón de ser de la organización.

Trabajar es muy diferente a producir. Podemos caer en el activismo puro sin darnos cuenta que el mundo real es altamente productivo: competitivo, eficaz y creativo. Quien trabaja sin darse cuenta, sin saber qué hace y para qué lo hace, afecta su carácter.

La raíz de la palabra productividad es “productivo” o “fértil”. Decimos que una tierra es fértil si tiene la habilidad de producir y multiplicar. Es crucial que sometamos la tierra fértil a constante actividad para obtener cosechas. De igual manera, debemos mantener en constante actividad las habilidades que tenemos para así producir ingresos.

La productividad se debe ejercitar primero como empleado, para así ganar confianza y templar el carácter. Como quiera que se mire, la productividad es progreso en la vida.

Beneficios
El ser productivos nos saca de la pasividad
Adquirimos conciencia del valor del tiempo
Nos hace responsables de nuestros talentos, habilidades e ideas
La productividad nos motiva, nos inspira y produce esperanza

Ingredientes
El ser humano llega a este mundo y se va de él sin riquezas materiales, pero con un carácter formado si ha profundizado y ejercitado los principios universales. El crear y hacer riqueza está vinculado con el carácter. La productividad está conformada por:

Tenemos la capacidad de ser inspirados por ideas y de obrar para realizarlas y así producir riquezas.

Se nos dio el potencial para hacer riqueza. La clave para obtener la riqueza es la productividad.

La productividad debe ser un propósito común y una aspiración de toda la comunidad. Se requiere que el concepto sea aceptado con el fin de desarrollar una sociedad productiva.

Analice esta historia. Una vez un banquero visitó a uno de sus clientes, un granjero. Y a medida que el banquero conducía su vehículo por la finca, a lo largo de una cerca blanca bordeada por campos floreados y bien mantenidos, se sorprendió al ver tanta belleza y le comentó al granjero: “A usted le correspondió la finca más bella de esta región”. El granjero miró sus tierras y pensó en el arduo trabajo y en todos los esfuerzos que le demandó para tenerlas así y dijo: “Sí, seguro, me correspondió, pero usted debería haber visto esta tierra cuando se encontraba en otras manos”. El granjero tuvo la inspiración, la idea, y trabajó para ejecutarla, pero cuando estuvo en otras manos, el bien en cuestión no se encontraba así. El potencial no estaba únicamente en la tierra, sino en el agricultor y requirió de la productividad de éste para enriquecer la tierra.

La otra cara de la productividad es que debemos involucrarnos activamente, tanto con las ideas, los conceptos, como con los bienes, para transformarlos en cosas mejores, en productos rentables y al alcance de muchos, en servicios valiosos y en cadenas de productividad. En cada hombre, en cada mujer, hay un potencial. Nacemos con la capacidad de ser productivos. Es nuestra responsabilidad hacer producir y administrar ese potencial. Si fracasamos se debe a la falta de productividad.

Si no intentamos que tales capacidades se desarrollen y funcionen, entonces bloqueamos nuestra propia capacidad y la de otros. Terminamos generando una sociedad improductiva. Debemos ofrecer oportunidades, inspirar a la gente, lograr que descubran y que acepten su productividad y que apliquen sus habilidades.

Pasos a seguir

Cuatro aspectos fundamentales para ser productivos:

Sea productivo y gánese la vida. La clave consiste en entender que la vida como tal es un regalo, pero lo que obtengamos con ella es una ganancia. Las cosas pasan cuando hacemos que las cosas pasen. Tenemos la habilidad para hacerlo.

Administre lo que produce. Es otra parte de la productividad, cuidar, Mantener. La gente es buena para crear cosas, pero no siempre puede administrarlas y debe aprender a sostener sus ideas y sus esfuerzos funcionando.

Actúe de manera eficiente. Midamos siempre la cantidad y la calidad. Revisemos la lista de los hechos, lo que está pasando, si estamos progresando. La efectividad es equilibrar, tanto el trabajo riguroso por un lado; como la productividad y la organización por el otro.

Sea organizado, pero también sea productivo. No siempre una cosa lleva a la otra. Muchas personas son simplemente organizadas, pero no llegan a la productividad. Aunque ser organizado es un buen comienzo, la idea es que hay que llegar a la productividad.

Donde hay actividad veremos algunas cosas que no siempre están organizadas. El hecho es que nos encontremos en el proceso de organizar, a la par que las cosas se hagan. Muchas veces la producción resulta de administrar el desorden. Hay belleza en cierta cantidad de desorden; este es signo de que alguien está trabajando. La construcción genera aserrín y mugre. No podemos ser productivos sin tener algún tipo de desorden y suciedad.

La clave total es que los individuos, comunidades y naciones tenemos que ser productivos, lo que significa que estemos trabajando, haciendo cosas, creando y desarrollando sueños y esforzándonos para darle estructura a nuestra imaginación. Si nos detenemos y dejamos de crear, nos estancamos y dejamos de crecer mental y espiritualmente.

El crecimiento viene de la gente que hace algo. Todos tenemos que convertirnos en productores y no solamente en consumidores. Estamos desarrollando una sociedad de consumo y no debe ser así. Tenemos que desarrollar una sociedad de productores para luego también hacernos consumidores. No podemos consumir más de lo que producimos, de otra manera estaremos cavando un hueco en el que todos terminaremos.
La aplicación honesta de los principios, los convierte en hábitos; a su vez, los hábitos correctos le añaden valor al carácter; todo lo que eleva el sentido moral tiende a ser protegido, preservado y empleado para bien.
Reflexione y responda

¿Ha mantenido una posición de productividad permanente en su vida?

¿Usted se considera más consumidor que productor?

¿Tiene usted la tendencia a ser excesivamente organizado o productivamente desorganizado?

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